¿Alguna vez has sentido la necesidad de explorar algo nuevo en la cama? ¿Estás iniciando una nueva relación, recuperándote de un período difícil o simplemente buscando explorar eso que siempre has querido probar? Pues bien, no hay mejor momento que ahora para lanzarte y comenzar tu aventura; ya tengas 25, 45 u 80 años, ¡nunca es tarde!
Comprender tus fantasías y deseos es la clave para iniciar un viaje gratificante y aventurero, uno que te revele cosas que nunca antes habías imaginado. Explorar la intimidad, el placer e incluso las perversiones no solo puede ser placentero, sino también brindarte un nivel de satisfacción emocional y bienestar físico. Pero, ¿por qué?, te preguntarás.
Explorar tus deseos, nuevas sensaciones o curiosidades en el ámbito del sexo y el placer te brinda la oportunidad de comprender tu cuerpo y mente a un nivel completamente nuevo, algo que a menudo nos enseñan a reprimir e ignorar. Pero al aceptar estos aspectos de ti mismo, abres la puerta a experiencias más enriquecedoras en el juego individual y en pareja. ¿A qué esperas?
Aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán a abrir la puerta a experiencias más enriquecedoras.
1. Identifica tus deseos y fantasías
Antes de compartir o explorar tus deseos con alguien más, es importante comprender qué te gusta o qué te gustaría explorar a solas para poder expresarlo plenamente con la otra persona. Tómate unos momentos de tranquilidad para reflexionar sobre lo que te excita, ya sea escribir un diario, probar cosas nuevas, ver porno o escuchar/leer literatura erótica. Luego, pregúntate lo siguiente...
- ¿Qué pensamientos o escenarios te hacen sentir excitado?
- ¿Quieres explorar esto solo o con alguien más?
- ¿Quiero actuar en consecuencia o dejar que siga siendo una fantasía?
- Si exploro esto, ¿qué debo hacer para sentirme seguro?
- ¿Qué importancia tiene esto para mi identidad sexual?
Podría ser algo tan simple como un tipo específico de contacto, fantasías de rol más elaboradas o la incorporación de herramientas como juguetes o estímulos como películas, comida o sonidos. Sea lo que sea para ti, entiéndelo mejor y comprende lo que significa para ti.
2. Empieza poco a poco
A la hora de explorar nuevos deseos o fantasías, está bien ir despacio; de hecho, el placer lento es la mejor manera de conectar con tu cuerpo y sus gustos. No tienes que lanzarte de lleno de inmediato. Puedes empezar introduciendo pequeños elementos de tu fantasía en tu vida diaria, ya sea con un nuevo juguete sexual, como uno de Hot Octopuss, o cambiando tu rutina habitual con actos íntimos juguetones y no sexuales. Aumenta gradualmente la exploración de fantasías más profundas; asegurarte de que tanto tú como tu pareja se sientan cómodos y que disfruten del proceso es mucho más importante que simplemente cumplir con el objetivo.
Por ejemplo, si tienes curiosidad por explorar el juego anal con tu pareja, empezar con un juguete como el Plex con Flex es una excelente manera de iniciarse en la experiencia. En cuanto al juego anal, es importante ir despacio y empezar poco a poco. Empieza estimulando suavemente la zona externa del ano, rica en terminaciones nerviosas. Esto te permite explorar las sensaciones en esa zona sin apresurarte en la penetración. Tómate tu tiempo para sentirte cómodo con las diferentes sensaciones en esa zona de tu cuerpo, experimentando con diferentes presiones y movimientos. Este proceso te ayuda a sintonizar con las respuestas de tu cuerpo y te facilita el juego anal, especialmente si eres nuevo en esto.
3. Espere lo inesperado
Las fantasías a menudo surgen de la curiosidad, la imaginación y la exploración del mundo que nos rodea. Pueden estar condicionadas por lo que vemos, oímos o experimentamos, así como por estímulos que nos emocionan o intrigan. Nuestras fantasías pueden verse influenciadas por todo, desde los medios de comunicación y las tendencias sociales hasta las experiencias personales, y también pueden reflejar nuestros deseos, necesidades y aspectos ocultos de nosotros mismos.
Sin embargo, algo que muchos no reconocen al explorar fantasías es que no todas están destinadas a ser llevadas a la práctica, y algunas podrían no ser tan emocionantes o satisfactorias como imaginamos inicialmente. Explorar una fantasía puede revelar que lo que nos emociona en la mente no se traduce en la experiencia del mundo real. Esto puede ser una comprensión decepcionante, pero es completamente natural. De hecho, algunas fantasías pueden permanecer exactamente donde están —imaginadas y disfrutadas en el ámbito del pensamiento— sin necesidad de manifestarse físicamente. Y eso está perfectamente bien. La belleza de la fantasía es que es un espacio seguro donde no hay reglas y puedes controlar la narrativa.
Por ejemplo, Justin J. Lehmiller, autor de Tell Me What You Want, señala: «Si bien tener un trío era la fantasía más popular, también era la que tenía menos probabilidades de salir bien cuando la gente la llevaba a la práctica». Esto probablemente se deba a que las ideas de las personas sobre lo que debería o no implicar un trío varían de persona a persona. Esto resalta un aspecto importante del que hablamos en el punto uno. Explora qué quieres obtener de la experiencia antes de involucrarte para saber cómo comunicar tus expectativas a los demás y, por supuesto, escucha siempre lo que a los demás les gusta o no hacer y siempre comunícate sobre la marcha si hay algún cambio. Esto nos lleva al siguiente punto.
4. Respetar los límites y el consentimiento
Al explorar nuevos deseos, ten siempre presentes los límites y el consentimiento la vanguardia de Es crucial que tanto tú como tu pareja o cualquier otra persona involucrada se sientan seguros y respetados durante todo el proceso. Asegúrate de establecer una comunicación clara sobre los niveles de comodidad y las expectativas antes, durante y después de la exploración, y de que todos los actos de exploración sean mutuamente acordados. Por ejemplo, esto puede lograrse mediante consultas regulares y prestando atención al lenguaje corporal; que alguien diga que sí no significa que debas buscar otras maneras de decir que no. Respetar los límites te permitirá a ti y a tu pareja disfrutar de la experiencia sin sentir incomodidad, presión, culpa ni arrepentimiento.
5. Hágalo divertido y disfrute el proceso
Explorar fantasías nunca debería ser una tarea ardua; es un viaje de descubrimiento emocionante, lúdico y divertido. Permítete ser juguetón y espontáneo, y recuerda que no hay presión para que sea perfecto; eso está lejos de lo que el sexo o el placer deberían ser. Disfruta de cada paso, ya sea riendo juntos mientras prueban algo nuevo o teniendo una conversación profunda e íntima sobre lo que quieres explorar. Este nuevo nivel de exploración puede ser una experiencia alegre y placentera si se aborda con la actitud adecuada y la capacidad de mantener la curiosidad y la amabilidad.